Carta al Director: Reconsiderando la lengua Occitana. Con gran pesar, he observado recientemente cómo se estigmatiza a los emigrantes en las escuelas de las Islas Baleares. Caminando cerca de un colegio en Manacor, me encontré con una antigua empleada mía que tiene dos hijos de 8 y 10 años. Al intentar conversar con ellos, me sorprendió descubrir que apenas entienden el castellano, y cuando intento hablar en mallorquín, su respuesta es un catalán casi incomprensible.

Esto me lleva a plantear una pregunta: ¿No es esta forma de enseñanza de la lengua la mayor “estigmatización” que infligimos a los extranjeros? ¿No estamos limitando la vida de estos infortunados emigrantes que llegan a España con la esperanza de brindar a sus hijos una educación de calidad, solo para encerrarlos en un futuro restringido dentro de los límites de la Nación Española?

Puedo imaginar la respuesta de los partidos políticos que reciben miles de euros para “proteger” la lengua catalana, menospreciando así a los emigrantes estigmatizados. “¡Si volen aprendre espanyol que se'n vagin a Espanya !”, ¡Uep! exclaman en un tono antiguo en mallorquín: “Prohibit parlar a mallorquin!”.

En una revista, la única que se edita en catalán en Manacor, dos profesoras de lengua de los medios de comunicación recomiendan con acierto que los profesionales de estos medios, si deben hablar en catalán, al menos lo hagan correctamente. Estoy de acuerdo con ellas, pero también creo que los niños y niñas menores de 14 años deberían estudiar sus asignaturas en castellano.

Después de todo, esta lengua es hablada por 600 millones de personas en todo el mundo, y dominarla les abrirá más oportunidades en la vida. La enseñanza de la lengua catalana en la escuela debería seguir el enfoque anterior: hasta los 14 años, una asignatura, y a partir de esa edad, los mismos estudiantes pueden elegir. Zuky.