Ha comenzado a marcharse de la política activa en Sant Llorenç un Pata Negra de la municipalidad. Primero dejará la vara de mando y luego como teniente de alcalde al final del mandato abandonará definitivamente. Todo será diferente en las localidades de Sant Llorenç, Son Carrió, S'Illot, Sa Coma y Cala Millor. El legendario de la política Mateu Puigrós después de siete legislaturas de cuatro años cada una deja el relevo a personas más jóvenes, un cambio de generación necesaria y aconsejable.

El próximo sábado día 20 de noviembre de 2021 Mateu Puigrós le dará la vara de Sant Llorenç como presidente de la corporación al socialista Pep Jaume, así se acordó al principio de este mandato. Puigrós quedará como teniente de alcalde hasta el final de la presente legislatura mayo de 2023, después se irá a su casa convencido que su misión se ha cumplido con creces. Serán 28 años ininterrumpidos, los de mayor gloria y modernización del municipio. Con él la calidad de vida subió hacía porcentajes nunca vistos antes.

Si uno mira hacía atrás en Sant Llorenç y sus núcleos de población le entra vértigo, la gran labor realizada en las tres últimas décadas. Mateu Puigrós fue el alcalde de la ambición política para su pueblo y de objetivos y proyectos imposibles, pero con el tiempo se fueron consiguiendo hitos históricos. En el día a día ha sabido y ha tenido cintura con todos los representantes de las otras siglas y ha conectado con el poder insular, autonómico y comarcal, como nadie.

Hablar de proyectos nos lleva varios folios, pero sobre el papel es destacable las nuevas estaciones de depuración de aguas residuales, el Auditorio Sa Màniga, el Consorcio de turismo, esponjamiento e infraestructuras de sus núcleos urbanos, mejora de la primera línea turística, nuevos centros deportivos, residencia de la tercera edad, macro-complejo sanitario, la Feria Nocturna y artesanas, el mercado semanal, la estación del tren. La Fira de Son Carrió. Los diferentes centros de salud, nuevas infraestructuras educativas. Los espacios culturales y sedes cívicas como el Espacio 36. la importancia del turismo de su municipio en Mallorca y Baleares. La gastronomía, la referencia autóctona de las localidades, y tantas cosas.

Cuando vinieron mal dadas, ahí estaba Mateu Puigrós día y noche con los afectados de la torrentada. La empatia hacía su pueblo y su persona se tradujo en solidaridad, demostraciones humanas y económicas. Todo fue más fácil con su mediación, excepto la muerte de 13 personas que ahí quedan en el recuerdo permanente de un municipio que ha sabido remontar. A todo el mundo le gustaría en su pueblo tener un alcalde como Mateu Puigrós.

Se va, pero seguramente dejará su puerta abierta para consultas y consejos, por lo menos al principio. Ha sido un placer trabajar contigo, siempre has vigilado que la información fuese rápida, rigurosa, intransferible, nos has llenado de noticias todos los días, hasta en fiestas, no había descanso en un político que supo ganarse a su pueblo a base de demostraciones.