Editorial: Madrugo como siempre, me gusta ver amanecer. Vivo en un séptimo piso y desde él veo casi todos los tejados de Manacor, frente a mi domicilio a lo lejos la carretera de Calas de Mallorca, la de Porto Cristo y la Academía de Rafa Nadal, a un lado la iglesia de los Dolores y desde allí se divisa la parte antigua de nuestro pueblo.

Ni un ruido, desde hace tiempo los perros no ladran, tampoco se oye el canto de los gallos. Cada lunes se oía el montaje del mercadillo, desde el estado de alarma ni una mosca. Pasa un coche de Policía y detrás una furgoneta.

Se para en el Hiper de la calle Amargura el primer camión, se oyen los empleados. Me conecto al ordenador para ver todos los mensajes y el día a día de la información. Tengo que filtrar todo y pasar a limpio muchas cosas para trasladarla a la web. Huele a café, un olor intenso especial, cada día me llega sobre las 7 de la mañana. Creo que es del quinto o del octavo. Cielo despejado, tiempo seco, hará sol, miro el control del agua de lluvia y observo que han caído en los últimos 15 días al menos 24 litros en Manacor. Miro los mensajes urgentes, y las novedades nocturnas que me ha mandado la Policía.

Conozco casi al detalle donde se montarán los controles. Por las conversaciones de los agentes hay personas que se saltan sin justificación alguna la cuarentena. Este fin de semana ha habido muchos multados e incluso 11 detenidos. Todavía colean las declaraciones del presidente quién adelanta que tenemos que estar en casa hasta el 26 de abril y luego habrá otra prórroga, esa última con mayor libertad. Nuestros agentes, emergencias, sanitarios, camioneros, agricultores, ganaderos, servicio de limpieza, supermercados, ya están en marcha, desde hace horas que se han quitado las legañas.

Veo una chica con un perro paseando se dirige a la calle de Artà. Siempre madruga no me pilla de sorpresa. Cuando la iglesia estaba abierta algunos días había movimiento, ahora todo ha quedado dormido, ausente. En Semana Santa era un ir y venir de cofrades desde primera hora. Son cientos que con completo entusiasmo vivían centrados en las previas de las procesiones, pasos, imágenes, engalanado y muchas flores. Y hasta se acercaban turistas desde las nueve de la mañana para fisgar y hacer instantáneas. El año pasado hicieron un amplío reportaje de una televisión rumana.

Me llegan buenas noticias de los fallecidos hasta las 7 de la mañana, los infectados, los que se han curado, el movimiento de la UCI. También conozco que un doctor que estaba ingresado en Manacor lo han trasladado a Son Espases, sigue en intensivos, pero estable. Cuando se haga el recuento a las 12.00 horas a nivel nacional y a las 13.00 horas en Baleares presiento que habrá noticias desde el pico y la meseta, en busca ya de acercarnos a la bajada de la curva estadística. Reviso el móvil y tengo 11 mensajes, los atiendo, es mi trabajo.

Me han mandado correos desde CCOO, están muy preocupados porque a su gente de limpieza y recogida no les llegan las protecciones. Toda la noche en marcha y con riesgos. Los hoteleros están muy activos haciendo reflexiones y tendencias sobre la temporada, los pesimistas aseguran que se ha terminado el 2020, los optimistas mantienen que le buscarán la vuelta en septiembre. Muy fresca una información de la llegada de aviones a Baleares con todo tipo de material para los sanitarios y sectores de la primera línea. Los aviones se han convertido en dotaciones de provisiones y mercancías. Llega más por aire que por mar. Todo cambia.

Mando las previsiones de hoy y donde vamos hacer mayor atención. Espero una entrevista a un alcalde del Pla. Ya nos contó el primer edil de Sineu su tristeza por el cierre de su popular mercado y como transcurre la vida ahora en un pueblo del interior. Los alcaldes han asumido todas las competencias del Ayuntamiento ante los problemas de movilidad y la prohibición de encuentros presenciales de los regidores.

Ayer en mi facebook puse que los 8.100 alcaldes de los pueblos de España también son primera línea, se están dejando la piel en este órdago del virus asesino, hay varios contagiados, por supuesto también los tenientes de alcalde. Algún día les contaré las frenéticas jornadas aunque parezca todo dormido. Rafael Gabaldón San Miguel.