Las pintadas de gamberros y desvergonzados se suceden en la ciudad de Manacor y en el resto del municipio. Nunca se ha perseguido estas prácticas incívicas y campan a sus anchas, perjudicando los inmuebles, sus fachadas en ocasiones protegidas.

Necesitan urgente una lección, debe producirse una detención para que cunda el ejemplo y que caiga contra ellos la Ley más severa y dura, sanciones e incluso si han atentado contra la arquitectura histórica que sean acusados del delito que corresponda. Ya está bien.

Hemos denunciado en tres meses al menos 6 pintadas desagradables y que han supuesto numerosos daños, algunos irreparables. Lo hicieron en un comercio del extrarradio de la ciudad, en las paredes del ferrocarril, mancharon ostensiblemente la fachada del Molí d'en Fraret, pintaron la fachada de una entidad bancaria que está en un edifico calificado de BIC, lo hicieron en una casa señorial de Manacor y ahora han pintado en una vivienda del centro histórico y artístico al lado de los juzgados de la calle Mayor. Es hora de tomarse en serio el tema, se lo decimos a quién corresponda, alguna obligación deben tener nuestras autoridades.